Villahermosa, capital del estado de Tabasco en México, alberga una joya arquitectónica que ha cautivado a visitantes y locales por igual: la Casa de los Azulejos. Más conocida como el Museo de Historia de Tabasco, este edificio es un fascinante ejemplo de la riqueza cultural que se respira en la región.
Su nombre no es casualidad. La fachada de este imponente inmueble está adornada con miles de azulejos catalanes, creando un mosaico vibrante y único que le otorga su encanto singular. Los detalles ornamentales, combinaciones de colores y las finas líneas de los marcos, ventanas y barandales de hierro forjado te transportan a un mundo donde la estética barroca y el estilo renacentista se fusionan con elementos góticos.
Ficha histórica de la Casa de los Azulejos.
Pero no solo la fachada es cautivadora. El interior de la Casa de los Azulejos también es una maravilla arquitectónica. Las paredes y los pisos están cubiertos con azulejos, creando una atmósfera única e inolvidable. Arcos ojivales y polilobulados, puertas y ventanas talladas en madera, herrería caligrafiada en sus balcones, pilastras ornamentales y barandales de fierro son solo algunos de los elementos que te harán apreciar la riqueza histórica y artística del lugar.
El Museo de Historia de Tabasco alberga una colección fascinante de piezas que narran la historia del estado desde el periodo prehispánico hasta la actualidad. Desde baúles y pinturas, pasando por retablos, armas y objetos domésticos, hasta grabados, monedas y condecoraciones, cada pieza cuenta una historia única y nos permite comprender mejor el pasado y las raíces culturales de Tabasco.
Una visita obligada: Si tienes la oportunidad de visitar Villahermosa, no puedes dejar de visitar la Casa de los Azulejos. Es un lugar mágico que te hará sumergirte en la historia y la belleza arquitectónica de México.
Autor
Ricardo de la Peña Marshall
https://ricardodelapenamarshall.com